sábado, 23 de noviembre de 2013

A la espera

El comedor quedaba iluminado simplemente por una vela. En la oscuridad se podía entrever una silueta que recordaba sus curvas de mujer. De nuevo se encontraba en un rincón del sofá, encogida tratando de ser invisible. El teléfono, como de costumbre, se mantenía mudo a su lado. De su rostro caían lágrimas saladas, gotas de agua que lentamente ella iba secando tratando de esconder su tristeza. Permanecía quieta. Tan solo un sonido podía hacer que su cuerpo cambiara de postura. Deseosa de escuchar el “ring,ring” del teléfono restaba a la espera de la llamada que nunca llegaba. Pasaba las horas pensando en él, recordando la última vez que estuvieron juntos. Estirados, en la cama, fundiendo sus cuerpos, logrando ser solo uno. Ella besando cada rincón del cuerpo de su amado, recorriendo cada recoveco de su ser, con cariño, con dulzura. Mientras, él se dejaba hacer. Ella deseaba conseguir que alcanzara el clímax, aunque sabía que luego él no jugaría del mismo modo con ella. Evitó que estos recuerdos invadieran su mente, prefería soñar que él la quería del mismo modo que ella le amaba. Cerró sus ojos y voló con su imaginación, mientras ella en la misma postura de siempre mantenía viva la esperanza de recibir la deseada llamada, aquella que le permitiera escuchar la voz de él pronunciando un: Te quiero…

miércoles, 27 de febrero de 2013

Vacío amanecer


Se acabaron los días viviendo un sueño, tocó abrir los ojos y despertar. La rutina te llama aunque simplemente sea para instalarte delante del ordenador a ver pasar las horas.

Al levantar ya no es necesario mirar al lado, ya no está él, ya no hay nadie que acompañe tu amanecer, a quien despertar una vez has fumado el cigarro matutino. 

Se acabaron los paseos donde perdida en la harmonía de su voz tratabas descubrir lugares nuevos, rincones que habían escuchado al corazón de aquel a quien no puedes evitar sonreír al mirar.

Queda el recuerdo cercano de un pasado que tratas de traer al presente.

En la incertidumbre de volver a compartir mágicos momentos, de desnudar tu alma paseando por las calles que te han visto crecer.

Sueñas con que esta puede ser la primera vez de pequeñas vivencias compartidas, sueñas volver al lago pudiendo sus brazos tocar y no tan solo escuchando sus palabras…